domingo, 29 de diciembre de 2013

Punto y aparte.

Suena "Ice Cream on sun kissed lips unloved", una de las cientos de canciones de las listas de reproducción del Spotify.
Una canción con un ritmo alegre, y sin embargo propia para la situación. No por el ritmo, si no por la canción en sí, acorde al momento de hoy.
Es curioso como cuando topas con la persona que mejor te ha tratado, intentas amortiguar el golpe para que no sufra, sabiendo que esa decisión que a priori y al parecer a ti no te duele, sea incluso más perjudicial de lo que pensabas.
Una noche larga, otra, pero con la peculiaridad de que esta vez no hay odio, nada de odio, simplemente hacia mí mismo...¿por qué no apareces 8-10 años más tarde? Ahí seguramente sí hubiese funcionado, pero curioso cuando algo dentro de ti no responde a las llamadas.
Ahora tengo miedo, miedo de que mi mayor pasión se convierta en el camino de la soledad, de que nadie sepa llevarlo tan bien como lo ha hecho ella, y ser a la vez tan comprensiva...
No tengo mucho más que decir, pero pido que no la pierda nunca... Eso es lo último que le pido a este año, no perder a una de las mejores personas que más cariño he tenido y tengo, y que he conocido y conoceré. Te quiero.

domingo, 13 de octubre de 2013

¿Derrotas?

El tiempo pone a cada uno en su lugar, es algo que tuve que aprender en una situación familiar algo complicada.
Y cada suceso que nos golpea nos enseña más sobre esto. 
Si bien es cierto que hace una semana quería mandarlo todo por ahí, siete días después me alegro de lo sucedido.
Sí, sí, me alegro de que mi ex me haya metido (bueno ella como tal no, pero esto es tema aparte) de la diferencia de 16 puntos contra mi equipo. 
Espera, espera... Tú, Javi, te alegras de qué...
Sí, me alegro y le agradezco de la manera más sincera de lo que imagina eso. 
Y de verdad, que aunque se ría, yo creo que lo hace porque no tiene mucha idea de lo que ha producido...

Así que felicidades, de la forma más sincera posible y suerte.

"Hay derrotas con las que ganas más que pierdes"




lunes, 16 de septiembre de 2013

Quién sabe

Creo que el mundo me habla cuando te veo, me dice: - Lo tuviste todo y lo dejaste escapar. 
También me susurra, cuanto menos, a qué debo de aspirar. 
Me dice:- No bajes la guardia, y avanza. Sé exigente. 
Y gritando, casi a voces desesperadas me pregunto si aquella frase que mencionaste se cumpliría alguna vez. 
No es amor, ¡no! Es duda, que es peor que cualquiera otro sentimiento.

Me quedan esperanzas, no de reencontrarnos, sino de saber que siempre nos queda el recuerdo, el uno del otro. Que pese a madurar y darnos cuenta, ahora conscientes e inconscientes hace años, seguimos cuerdos de nuestra existencia, ilusionados absurdos por descabellos planes sin sentido y que gimen de dolor en lo profundo de mi recuerdo :- Quién sabe si esto es un punto y seguido para dentro de unos años.


jueves, 22 de agosto de 2013

¿Te duele? Culpa tuya.

La verdad duele, bien lo sabéis muchos.
Por eso cuando alguien me dice algo completamente incierto, no me molesto lo más mínimo. ¿No os habéis dado cuenta con los últimos acontecimientos?
Sin embargo, hay gente que sí. Y me refiero a todas esas personas que por whatsapp bombardeaban pidiendo explicaciones. Si las pedís, es porque algo os tiene que molesta, y eso significa que os dais por aludidas. 
"Eres una loca" o "eres una puta" (por decir las más comentadas) si a mí me llaman algo así, y sé que no lo soy. ¿Por qué me iba a molestar o dar por aludido?
Así pues, me dais la razón con vuestras quejas, vuestros comentarios y con todas vuestras acciones.
¿Cuánto tardaréis en poner otras preguntas en el ask? ¿Cuántos valientes anónimos se meterán conmigo? Y la pregunta más interesante...¿Por qué defendéis a esas personas? 
¿Ellas mismas no son capaces de hacerlo?

domingo, 11 de agosto de 2013

Qué ganas tenía ¡DIOS!

Desgraciadamente lo tengo bastante claro, pese a la facilidad, problema primordial. Muy fácil todo... ¿Pero no es lo que he querido siempre?

La sencillez ayuda, y más a personas que no tienen tanto tiempo como el que desean para aprovechar en otras cosas, pero, sin embargo, tanta "ayuda" completamente involuntaria trastoca muchos de mis planes. 
Cada vez que hablo con algunas de mis ciento de amigas de mi entorno, todas concuerdan en que "exijo" demasiado, cosa por otra parte cierta. 
Luego también añaden que busco complejidad, novedad, y requisitos casi incompatibles, así pasa, que choco con las más extrañas, trastocadas y locas.
Sólo se salva una, y no es reciente, como dato.

¡Locas! ¡¡Todas locas!! A cada cual de diferente manera. Y todas un tanto hijas de puta, por no decir completamente. 

Me he ido del tema, disculpar. 
De una reflexión, nos hemos ido a despotricar sobre cierto tipos de mujeres. Pero en fin en el fondo es lo que me empieza apetecer así que...

Llorar todas, como hacéis en secreto porque vuestro actual novio es un hijo de puta, porque en vuestra casa tenéis miles de problemas y porque para vosotras la vida es una mierda. Llorar. Llorar por haber perdido con gilipolleces a alguien que os quería y os cuidaba.

Llorar putas, llorar. Que yo me reiré y agradeceré que estéis piradas, un peso menos para mí.

sábado, 20 de julio de 2013

"Perfecction"

"¿Qué quieres que haga si comparo a todas con ella? Es perfecta, claro."

Siempre consigo lo que me propongo, y tal vez por eso, conseguirla a ella, es una meta, lejana. 
Puede parecer tópico, pero es la persona que quiero a mi lado. Es más, incluso habiendo estado con otras, la ponía a ella de referencia. Enfermizo.
Pero conociendo su personalidad, su cuerpo, su ser... Podría decir que tengo que ser suyo.
Ahora bien, al igual que sé que algún día será mía, sé que aún no es el momento. No me preguntéis por qué, pero no lo es.
Tal vez deba de conocer a otras personas, madurar y darme cuenta de los errores que puedo cometer para no cometerlos con ella.
Es una antigua meta que vuelvo a retomar, pero sin prisa, porque las mejores cosas tardan en llegar.

viernes, 28 de junio de 2013

Hasta, dónde, cúando...

¿Hasta dónde puede llegar la tristeza humana?
¿Hasta dónde es capaz de recordar nuestra mente?
¿Hasta dónde somos capaces de caminar sin ayuda de nadie?
¿Hasta dónde somos capaz de dañar a alguien que nos ha querido?
¿Hasta dónde?

¿Cuándo un beso se convierte en una droga?
¿Cuándo una lágrima se convierte en un nuevo mundo?
¿Cuando la sonrisa deja de evocar felicidad?
¿Cuándo se deja de querer realmente a alguien?
¿Cuándo?

¿Qué nos hace ser tan vengativos?
¿En qué momento damos el primer paso en falso?
¿Por qué corremos hacia nuestro propio fin?
¿Dónde se encuentra el camino más recto?
¿Qué es el camino más recto?
¿En qué momento te das cuenta de tus errores?
¿En qué momento tus sueños se convierten en pesadillas? 
¿Cuándo una prisión te da la auténtica libertad?
¿Cuándo unas esposas son los grilletes de tu castigo?


martes, 25 de junio de 2013

Vivencias, curiosidades y dificultades

Obviemos hoy la parte literaria, hoy no vengo a seducir con palabras camufladas, hoy no.
Hoy vengo a contaros un día como otro cualquiera, pero que muestra la capacidad camuflada del ser humano.
Hoy, al levantarme para que me dijesen en qué momento del verano me operarían, momento en el que todos mis planes hasta la fechas cambiaban por completo, me he acercado a la escuela de arte N°10 de Madrid, para preguntar sobre la prueba de acceso a estudios superiores de diseño.
La mujer de secretaria, muy amable, nos ha informado de las fechas y los requisitos académicos necesarios para hacer la prueba. 
Nos manda a conserjería a recoger los formularios para la realización del examen.
Esperamos nuestro turno. La mujer agobiada nos mira y literalmente pasa de nosotros mientras sigue buscando unos papeles que ni ella misma sabía de su existencia, nos vuelve a mirar y con una voz de "me están molestando" pregunta:
-¿Qué queréis?
Yo, que pese a mi nerviosismo por el médico, por el examen que sin tener ni idea de nada tengo que presentarme y por la hora justa de ir de un sitio a otro, le saludo con una gran sonrisa. Una sonrisa verdadera, cálida. Una sonrisa que a mi acompañante le ha dejado completamente anonadada. 
De tal calibre ha tenido que ser, que por un momento se ha quedado paralizada. Después de unos segundos y preguntarme y explicarme un par de cosas me da lo que le pido y me marcho con un sincero gracias.
A priori una situación "normal"
Visita al médico, en resumen, me deja ir al campus de Valencia. Me operarán a la vuelta.
Tras una invitación a comer, por las molestias del transporte, acabo con las pequeñas y luego camino a casa a buscar y encontrar una academia para la prueba.

Un día normal, como he dicho, pero el día de hoy tiene una parte oculta que quiero mostrar.
He tenido máximas dificultades para acabar donde estoy, mi idea principal de sacarme la prueba de acceso superior, trabajar este verano y poder financiarme el centro de educación visual para hacer diseño en 2 y 3D, se van al traste en apenas unos minutos. Sin embargo, el camino se desvía y la nota media que tengo no sirve (y menos mal) y el dinero que necesito simplemente es para la academia. Conclusión: todos mis planes, mi curso de socorrismo, y mis fines han cambiado completamente. Por lo que al esfuerzo del mes de abrir y mayo hay que sumarle los de los meses de verano.

El camino es complicado, y en parte las dificultades me empiezan a gustar más de lo debido. Me dicen: "Puedes con esto y con más" y en parte, sé que la prueba no la superaré, a día de hoy, claro, pero como leí en una cita no hace mucho "Si las cosas no marchan, solo existen dos explicaciones: o tu perseverancia está siendo probada, o necesitas cambiar de rumbo"
Y sé que en este caso, pase lo que pase, es la primera, por ello y pese a todas las dificultades, cambios de camino, planes que no salgan... Saca una sonrisa cálida que paralice al mundo, y busca las soluciones que creas oportunas. 
El camino más corto, no siempre es el camino más recto.


jueves, 23 de mayo de 2013

Mátame

- Mátame

En ese momento la muerte me miró con asombro, incredibilidad, dejadez... 
No quise pregunte más, en mi mente solo se repetía la misma frase una y otra vez, como un lejano eco que cobraba más fuerza según pasaba el tiempo ¿Lo harás?¿Lo harás?
Hay cuestiones que es mejor no preguntar, por ignorancia, por inocencia por lo que sea, pero no preguntes. Era una de esas situaciones, dolería más la propia respuesta que la misma afirmación.
Estaba muerto por dentro, ¿qué más me daba si iba a acabar conmigo para siempre sin que yo lo supiera con certeza?

-Mátame, no entiendo por qué quiero que lo hagas pero hazlo. 

Volvió a mirarme apartando la vista de mis pupilas endemoniadas por un blanco ángel, pidiendo algo que sabría que al igual que acabaría con esta tortura me diese la libertad para salir de aquél trance.
No hizo nada, impugne y sin escrúpulos giró la cabeza, cogió su empuñadura y retrocedió.
Quería, lo deseaba, pero no podía matar a un inocente, aunque el hecho de dejarle vivo fuese sin embargo la muerte más prematura.

miércoles, 22 de mayo de 2013

Detrás

Yo corrí, lo admito. Pero lo hice porque debía de huir del miedo, de aquel miedo de no ser correspondido.
Me di cuenta del error cuando tropecé, injustamente, con una piedra pasada, y caí.
Ahora huyes tú, sin entender muy bien el porqué, ¿Por miedo?¿Por inseguridad?¿Por dejadez? ¿Por interés? Y yo voy detrás, algo que no hago nunca, salvo esta vez. Siempre tiene que haber una primera vez... 
La gente que verdaderamente me conoce se extraña, no entiende absolutamente nada.
-Con lo que puedes conseguir-me dicen-¿Te merece la pena ir detrás?
Siempre respondo lo mismo, exactamente la misma frase...
                       "No lo sé"
Si lo supiera, no estaría en esta situación.
Batallo contra mi mismo, si dejar pasar todo, hacer un borrón y cuenta nueva, algo que nunca he hecho, el borrar toda huella marcada. ¿Tanto a penetrado dentro de mí en tan poquísimo tiempo? ¿Tanto como para borrarlo todo? Algo que ni con dos personas he hecho habiendo estado años... Y menos mal, porque una de ellas dos es la única que está consiguiendo animarme...
Todo esto me asusta, mucho.
Porque si en pocos meses estoy así, si en pocos meses he desprendido lágrimas por alguien que dudo de si las merece o no, pues hoy en mi cabeza lo más claro que tengo es que necesito solucionar las cosas, si en tan poco tiempo estoy así, perdido, no quiero saber como estaré más adelante.
Batallo nuevamente, esta vez entre el exterior, los comentarios y yo, y ambos coincidimos, en todo.
Aún así, los rechazo, la respuesta está en mí, y ellos no saben por qué en cierta medida voy detrás. 
La duda de si seguir o no me consume, y tal vez por ello, pondré el jueves como tope. No puedo ir contra el mundo, no puedo ir detrás de alguien que no quiere escuchar el susurro de un alma, de veras, no puedo.
Así, debo de empezar a quitarme luchas que me hagan dudar de mi mismo, porque aunque una parte de mí quiera y sepa además, lo que en un futuro sucederá, no puede permitirse lo que tantos años de lucha, sacrificio y disgustos le ha constado lograr.
Yo corrí y hoy te espero, pero no lo haré más. No volveré a nadar nuevamente para morirme en la orilla, una tercera vez, no.

martes, 21 de mayo de 2013

Estados inquisitivos

No sé si será el examen que me dará el pase a lo que llevo años queriendo hacer, todo lo que le engloba a él, los últimos acontecimientos y reapariciones de personas, las últimas tentaciones, el trabajo, el cansancio, o los problemas que engloban a ella... O un todo, un quiero pero no puedo, un venga un último sprint con constantes paradas, una carrera contra mi mismo, que no deja de causar cuanto menos despistes, desganas, desmotivació... Lo que se supone que tiene que ser el principio del fin, se está convirtiendo en el principio del principio del fin.
Cada día, y sin saber por qué las cosas se me complican un poco más, las piezas del enorme puzzle un día encajan, otro día no, al siguiente cuando todo vuelve a recobrar un sentido ocurre algo que lo invierte. 
Tal vez le dé demasiadas vueltas a las cosas, y sea lo que interiormente me esté destrozando. Tal vez debería de coger parar a pensar un solo instante y decirme "Quien quiera algo de mí, se molestará en pedírmelo" 
Pero en parte, si de quien busco algo, sea quien sea no lo hace, la decepción puede ser más grande, es más lo está siendo.
Seguramente a lo largo de esta semana solucione cosas, pero como no haya un gran cambio en mi estado, por mucha solución que le encuentre, seguirá la misma sensación.
Me estoy consumiendo, cada día como menos, tengo menos actividad y estoy inmerso en mí, como si yo fuese la solución a todo pero entre tachones y borradores.
Busco en mí la solución, y cambio bipolarmente de estado, como si eso mismo fuera a facilitar las cosas...
Me autoengaño, o mejor dicho me autoexijo demasiado. No dejo que las cosas fluyan, y creo que en parte es lo que me puede. 
¿Acaso no sería todo más fácil si la gente colaborase?¿Mostrase un poco de afecto? De decir, se lo está trabajando pese a los palos que se lleva, ¡recompensemosle!
Pero no, somo egoísmo puro, y ni la hoguera nos cambiaría de opinión.
Al fin y al cabo, la Inquisición no era tan mala, podrían quemarme y purificar mi alma así aunque el dolor me consumiese podría despotricar sobre todo el mundo sin consecuencia alguna. Sí, me llamarían loco, pero moriría en paz.

lunes, 20 de mayo de 2013

Lecciones

Hoy la vida me ha dado otra sabía lección, tan sabía como nostálgica, pero tan verdadera como simple.
Seguramente si no hubiese pasado lo ocurrido con ella, no hubiésemos mantenido esa conversación, seguramente no. Seguro. 
Y seguramente no hubiésemos movido un pasado tan feliz, porque aunque sí es cierto que fue duro por un lado, aunque por otro bastante increíble, hemos reído, mucho, recordando momentos en los que si bien es cierto que antes llorábamos hoy se nos escapaban carcajadas al recordarlo.
Las cosas pasan por algo, y parece mentira que pasen para reencontrarme con alguien que en cierta medida necesitaba.
La lección es simple: "Quien quiera hacerte feliz lo hará en cualquier circunstancia, pasen cuatro días o cuatro años, y serán esas personas las que deberás tener ese aprecio característico"
En cualquier circunstancia, ¿Quién diría que en este caso fuese el acabar con ello? Y sin embargo otras veces, teniéndolo más sencillo es ineficaz.
"Nunca te acostarás, sin saber una cosa más" seguramente nunca me acostaré sabiendo quien verdaderamente importa hasta que me lo muestren como hoy.

domingo, 19 de mayo de 2013

Alma (Parte I)

El alma a veces habla, lo sé. Lo sé porque últimamente hablo mucho con él, y este me explica de mil maneras las cosas que debo y no debo hacer, pararme un segundo y reflexionar.
Me he dado cuenta también, que cada suspiro es un acto de auto curación, de sellar heridas, tal vez por eso me salgan constantemente.
Últimamente busco todo dentro de mí, responiendo a preguntas que fuera no puedo encontrar, y en parte funciona, sólo en parte. El alma me habla, lo sé. Lo sé porque ahora cada pregunta que hago la realizo de manera fría, sin obstáculos, sabiendo que el que habla no soy yo, sino la parte más interna de mí, pregunta cosas que duelen, que te hacen sentirte en gran parte peor, pero de una forma astral, todo ha pasado a un segundo plano, y por ello se fortalece con cada respuesta, con cada suceso, con cada pregunta.
Impasible a la realidad, cogiendo al toro por los cuernos, y demostrando por qué está donde está.
No es él, es su alma quien actúa, es quien comienza a mover los hilos de su vida para solucionar lo que engloba a ella, porque ahora mismo es él mismo, su alma, quien encara al mundo mostrando por qué es tan odiado, admirado y respetado... Por qué está donde está.

sábado, 18 de mayo de 2013

Caminos.

Odio estar perdido, es una sensación como de debilidad, de extrañeza, de no saber que hacer, donde ir, cómo actuar...
Es una sensación de no tener ningún control sobre nada. Algo que detesto, y que casi siempre, me trae algún
que otro problema.

Hoy no es perdido directamente la palabra, es desorientado, porque aunque parezca una contradicción si estás perdido, no sabes donde estás, pero sí los caminos que puedes tomar para encontrarte.
Por el contrario, en mi caso estoy desorientado, tengo tantos caminos a mi alrededor que no sé cual escoger, cual elegir, cual andar. Todos marcan una dirección fija, pero cada uno un final diferente.
Unos cuesta arriba, otros pendiente abajo, con y sin obstáculos. Pero todos con un diferente fin.

En estos instantes, y pese a diversas conversaciones no sabría cual tomar.
Si bien es cierto que hay uno que no dejaría por nada de seguir, ese sentimiento se va difuminando, cuando ese "FeedBack" no existe... 

Esta noche, uno de esos caminos serán tomados, retomados o ignorados. Y pase lo que pase, no será seguro el camino correcto, seguro. Pero quedarme viendo como mi persona da vueltas sobre mí misma buscando algo casi inexistente, o por lo menos lo parece, es algo que no puedo hacer, aunque en el fondo me apetezca, lo desee y lo haga.


viernes, 10 de mayo de 2013

El mismo ser

Agarró sus dos manos con su mano derecha, le miró a sus ojos con miedo, mantuvo la compostura apenas unos segundos y bajó nuevamente la cabeza.
Con la mano sobrante abrazó los dedos de su acompañante, fijando esta vez la mirada en aquellas manos que mantenía entre las suyas.
Las acarició un poco, volvió a subir la mirada a su misma altura y con una voz temblorosa en busca de un respuesta convincente preguntó:

- ¿Verdaderamente es tan difícil?

La persona que tenía enfrente no se inmutó, seguía mirándole a los ojos pero con la mirada puesta en cualquier sitio menos allí.
Bajó nuevamente la cabeza, desilusionado por la respuesta silenciosa, y sin darse cuenta de ello, separó sus manos de quien le parecía ahora un extraño y las escondió bajo su regazo.
Él seguía sin moverse, buscando en la nada la respuesta que le habían formulado.
Pasaron unos minutos en silencio, pues donde se encontraban, un lugar oscuro y solitario no había cavidad para otros sonidos exteriores.

- Debes de hacer caso a lo que mayor felicidad te produzca. Soltó sin dejar de lado su postura.

-¡Genial! -Pensó la Razón- ahora encima tendré que hacerte caso a ti.

Esta vez volvió a bajar la cabeza negando la absurda respuesta del sabio, aunque en parte era algo lógico, no obstante, no buscaba ese tipo de respuesta.

- ¿Sí o no? - Volvió a preguntar- ¡No es tan complicado! Busco eso, un sí o un no. No quiero fachadas de color de rosas.

- Si verdaderamente es tan fácil, ¿Por qué no le buscas tú, Razón, una respuesta más razonable?

El muchacho comenzó a enfadarse, más aún de lo que ya estaba. Respiró, volvió a bajar la cabeza de impotencia y agarró su pelo con sus dos manos.

- No hay razón lógica...

El Corazón río, su postura sería, apática e insípida cambió derrepente a una más alegre, más confiada y más natural.
El muchacho se quedó perplejo, no entendía ese cambio brusco de humor, su problema era serio y él, por el contrario se reía. No entendía nada.

-Has de superar esa barrera -Comenzó el sabio- no todo tiene una lógica, una respuesta clara. Hay veces que tienes que dejarte guiar por mis enseñanzas.
Lo que quiero mostrarte es difícil, más complicado que un ejercicio lógico de filosofía o álgebra, eso se entrena, se entiende y una vez aprendido fluye solo.
Por eso, tú Razón, buscas lo que comprendes, las respuestas a los problemas, y no tienes en cuenta que detrás de cada respuesta se esconden cientos de teorías.

La Razón no entendía nada, ¿Era posible encontrar respuestas ilógicas? ¿Qué sentido tenía aquello?

- Párate a pensar un momento... Razona lo siguiente y cuando algo no te encaje pregúntame.

El muchacho, la Razón, iba a interrumpir pero el Corazón prosiguió.

- Toma estas dos cartas, yo tendré en mi mano estas dos. -Ninguno enseñan sus cartas y comienzan lo que parece una partida de poker - Si tuvieras que apostar con esas dos cartas, ¿Lo harías?

La Razón mira su mano y ven un siete de picas y un nueve de trébol.

- No es una mano muy buena la verdad. Respondió de manera indiferente.

- Pero algo dentro de ti quiere jugarla.

La Razón comienza a entender algo, pero se mantiene al margen.
Apuestan y salen las tres primeras cartas:
Un As de corazones, un seis de picas y un Rey de trébol.
El Corazón mira sus cartas y apuesta fuertemente.
La Razón tambalea, ¿Cómo va a seguir con esa mano? "Algo dentro de ti quiere jugarla"
Coge aire, mira al frente e iguala la apuesta.
Cuarta carta, un 10 de rombos.
El sabio vuelve a apostar fuerte, tres veces más que al principio.
La Razón duda, una y otra vez, sólo le valen los ochos para una escalera, hay cuatro ochos en una baraja de 52 naipes, ¿Cómo va a arriesgarse a eso? ¿ y si su acompañante tuviese un ocho? Sólo quedarían tres, tres de cincuenta y dos.
Dudó mil y una vez, lo tiene decidido, no es lógico, no es razonable, se va a tirar de la partida.
No tiene nada que pueda salvarle, ni tan siquiera una simple pareja.
"Algo dentro de ti quiere jugarlo"
Pero la Razón por más que piensa en esa frase no puede perder más dinero del que ya ha perdido, no tiene ninguna oportunidad.

- Me retiro. Dice finalmente.

El Corazón vuelve a sonreír, contento por su victoria. Cuando este va a recoger su recompensa y las cartas esparcidas por la mesa, la Razón le interrumpe.

- ¡Espera! ¿Qué carta hubiese salido?

El Corazón tambalea, mira el mazo que tiene entre sus manos, coge la primera
carta y... La mete entre el resto de naipes.

- ¡Pero qué haces! ¿Por qué no lo enseñas? ¿Hice bien, no? ¡No tenía oportunidad, jugué y me rendí cuando supe que no tenía opción!

- Pero sin embargo querías saber que carta iba a salir. No estabas seguro, si lo hubieses estado, ¿Para qué preguntar?
Esa sensación de poder perderlo todo y aún así seguir adelante es el corazón, mi respuesta. ¿Qué hubiese pasado si sale ese ocho - ¿Cómo sabía que me faltaba esa carta? Duda la Razón de ello. - Que te hubieses ilusionado, y con incredibilidad hubieses aceptado tal victoria.
Pero si por el contrario no hubiese salido la carta esperada, aún habiendo apostado y teniendo la certeza de perderlo todo hubieses creído que siempre tienes razón, y que lo lógico está por encima de todo.
Pero hay cosas inexplicables, que el corazón, oseáse yo, puedo mostrarte y que son ante todo ilógicas.
Es muy sencillo, guíate por el corazón pisando la senda de la razón, persígueme a mí, pero serás tú quien me aconseje que camino tomar.

La Razón incrédulo miró la carta que sobresalía, la que el sabio había guardado.
La cogió y vio ante su sorpresa que era una carta en blanco.

-Hay veces que ni la carta que necesitamos nos hace felices del todo, porque antes de esa carta hay cuatro más, cada cual nos ha dado una alegría o una desilusión, y tiene que ser la última la que nos muestre que el resto de cartas, el pasado, ya no tiene solución, la última es en la que tenemos que pensar para ganar o para perder. ¿Acaso vas a seguir lamentándote por el pasado?¿Por seguir en él? ¿En la que salió y no lo hizo?
Eso ya no es corazón o razón, es ilusión, y por desgracia es el corazón quien engaña a la razón para que esto ocurra.
Y es ahí, en ese momento cuando tú debes de aparecer.

martes, 7 de mayo de 2013

Qué maravilloso es el mundo, a veces.



Por fin he roto a llorar, después de mantener esta angustia, esta opresión que desde hace semanas llevo encima, vuelvo a respirar. No de la mejor forma, pero sí la más efectiva.
Suena una de las cincuenta y siete canciones de su lista de Spotify, concretamente “Blanco y Negro” una canción que nunca me ha gustado, hasta hoy.

La escucho repetidas veces, como si fuese la solución al problema, como el alcohol que a pesar de saber que nos daña lo seguimos tomando sin control, salvo que esta termina aliviando de manera insana y no produce los diferentes síntomas físicos. Pero independientemente de ello me afecta de la misma manera.  
En parte echaba de menos esta sensación de soledad, de apartarme del mundo y despreocuparme de todo, de buscar una simple sonrisa en el momento más absurdo, una mueca de mí mismo que me diga, “Todo está bien” aunque en el fondo de mi alma se batalle por lo correcto o lo incorrecto, mis sentimientos se entremezclen en un bucle descontrolado y mi razón luche con el corazón.
Hoy no sé qué ha podido más, si la razón o el corazón, de verás no lo sé… Si lo supiera ¿Estaría en esta situación ahora?

He de admitir que he pensado en mí, es cierto, pero el dolor que tuve hace años no lo quería volver a repetir, fue tan perjudicial…
He de admitir que la quiero, pese a la decisión tomada, pero posiblemente me haya preocupado más de lo debido en temas sin sentido… ¿Cómo controlar tus pensamientos cuando amas en tan poco tiempo a alguien? La respuesta es simple, con gestos.

Sigue sonando la canción, ya sin ningún sentido para mis oídos, pues la única parte que me alivia de verás, es la que necesito personalmente. Cojo un libro, ese libro que resuelve todas mis dudas en temas de amor, y busco una de sus frases, una que me de identifique pero no encuentro ninguna.
Me vuelvo a derrumbar, esta vez repasando cada momento, cada ticket guardado en mi corcho, todos formando una breve pero intensa historia y como no su carta, que sobresale de la estantería recordando a lo que noche tras noche me agarré.

Pero hoy, no vale nada de eso... Ni recuerdos, ni terapias, ni objetos, ni pulseras... Tampoco soluciones, hoy no vale nada... Tal dejar de pensar en todo y en nada.

INDF

Amaba su sonrisa por encima de todas las cosas, cuando la tenía.
El resto daba igual, no tenía la más mínima importancia, ¿o sí?
Dependía de su reacción, como un muñeco de trapo, y se dio cuenta de ello.
Mantuvo todo dentro, como una bomba con cuenta atrás, empezado por indiferencia.
Dudó, y volvió a dudar.
Y se lo planteó.
Amaba su sonrisa por encima de todas las cosas, cuando él era el que la tenía.

sábado, 4 de mayo de 2013

La amante más fiel

Maltrataba su vida mientras aquella música sonaba por las esquinas, sabía que lo que hacia no era lo correcto, ¿pero qué era lo correcto en ese momento?
Siguió las señales, aunque esta vez no cayó en su trampa pese a la facilidad que le proclamaba su introducción.
Recordó varias cosas, si bien es cierto que su cabeza batían ideas ¿impropias? de él, recordando aquel verano, aquel desfase de sentimientos, preocupaciones y sobretodo experiencias.
Sonó no su canción favorita, pero si de su artista favorito, río, por un momento sintió que la vida tenía sentido sin nadie, pero fueron apenas unos minutos pues por un momento recordó que cadenas le ataban sin candados.
Esta vez, una mueca salió de sus entrañas, pues aunque sabía que no era ella, algo dentro de él no acompañaba esa teoría. Si aguantaba era porque una parte de él sabía que sí, la defensiva e impetuosa sabía que no, pero él siguió su camino, como siempre hace, confiaba en él y eso nadie se lo iba a quitar, ni siquiera la propia suerte quien pese a todo era su amante más fiel.

martes, 30 de abril de 2013

Señales.


Las gotas caen sobre su rostro deslizándose hacia partes de su cuerpo de manera aleatoria.
Una de ellas cae en su rodilla, que pese a molestarle e incluso a veces a dolerle sigue corriendo sin pausa, esquivando rocas, surcos y medianos torrentes formados por la lluvia.
El frío no es un inconveniente, no esta vez, pues el ritmo de carrera que lleva pese a las adversidades es alto, más alto de lo normal, no tiene miedo a que su cuerpo le falle pese a su falta de costumbre después de la lesión, confía en él, como siempre hace.
La música le da ese ritmo y esas fuerzas que las grandes laderas de la montaña reducen, su respiración se agita, y sus manos han dejado desde hace bastante tiempo de responder, pero pese a todo él sigue. No hay nada que consiga pararle, ni tan siquiera los charcos que se interponen en su camino cubriéndole gran parte de los gemelos, llenando de agua y barro sus calcetines, sus zapatillas, aumentando considerablemente  el peso de sus pies. Pero le gusta, la dificultad le llama la atención, y más cuando corre para olvidarse absolutamente de todo, para desconectar y al mismo tiempo pensar, buscar un equilibrio entre la respuesta que busca y los kilómetros que recorre. Cuánto más corre, mejor es la respuesta.
Continua sin pausa, subiendo las largas cuestas, comparando el esfuerzo que tiene que hacer con su propia vida, momentos en los que subir el camino y parar es rendirse de manera automática, viendo a lo lejos todo el recorrido que le queda y que no sabe a donde le va llevar, porque esta vez, siguió hacia lo desconocido.
La música se para, el móvil sin saber por qué se apaga, no es la batería, no está mojado… Es una señal, como la que más adelante se le avecina. Sigue su carrera, sin música, escuchando como la respiración se acelera más y más, las gotas de lluvia comienzan a caer más rápido, los acantilados pasan a su lado sin poder contemplarle más de unos segundos, los pájaros buscan un lugar seco y acogedor, pero él corre, corre, corre…
 Las liebres se cruzan por su camino, y cuando encuentran un lugar seguro se quedan también observándole. Otra sin embargo le sigue, corre a su lado atraída por la curiosa escena, pero igual de rápido que aparece se desvanece.

De pronto para.

Mira lentamente a su alrededor, la lluvia le sigue advirtiendo del riesgo de hipotermia, pero él, sigue buscando una explicación de cómo a llegado hasta allí. Mira atrás, buscando la solución más sencilla de volver a los lugares que él conoce, pero algo piensa que le hace seguir hacia adelante. Esta vez andando, tranquilo, saboreando ese momento de soledad absoluta y buscando una explicación a por qué no echa marcha atrás pese a que está oscureciendo, comienza a tener frío y su estado físico no es del todo favorable.
En el fondo  lo sabe, no le gusta volver al pasado, no le gusta retomar sucesos que han ocurrido  y que no tienen solución, que después de tanto esfuerzo, de decepciones y alegrías, volver atrás es un error, pasado pisado, y él en ese momento había pisado metros y metros de camino que no volvería a pisar. Siguió hacia delante, pese a que el camino que seguía era completamente desconocido, pese a encontrarse a unos pocos kilómetros de la puerta de su casa.
Mantiene el mismo ritmo, y como un loco comienza a gritar. Grita de impotencia, de felicidad, de tristeza, de apatía, de dolor, de tranquilidad por encontrarse allí, grita y se ríe, como si la escena le causase gracia, pero él sabe por qué está ahí, porque sin previo aviso se ha puesto el traje y ha salido a la locura, solo él lo sabe, y por eso mira al cielo, cae una gota de lluvia a su ojo derecho y se junta con una imperceptible lágrima.
Camina un rato, mientras admira los cultivos sin explotar, a la lejanía debajo de los acantilados, se queda inmóvil, sorprendido por la llanura, soñando e imaginando qué haría si se encontrase allí mismo.
Correr de un lado a otro, con una pelota, como si fuese pequeño y no tuviese preocupación, aparecería el típico granjero que iría detrás de él porque un niño a pisado sus tierras destrozando toda la cosecha.
Pero soñar, dura apenas unos momentos, vuelve a la realidad, a su estado de embriaguez por lluvia, siguiendo el camino que le lleva a la nada y vuelve a mirar atrás.
Ahora lo comprende todo, después de tanto lo siente en su misma carne, de diferente manera, pero se da cuenta de ello.
Quiere seguir adelante pero se siente con miedo por no conocer el camino, no sabe lo que le depara, no sabe si es largo, corto, sencillo y encima oscurece más aún lo que no le permitirá ver más allá de pocos centímetros. Mira atrás para volver sobre sus pasos pese a que no le guste, pero sabe que es la opción más segura.

Hace un símil, y vuelve a confirmar su teoría, “Se refugia en su pasado porque es lo que conoce,  pese a las adversidades que ha tenido, y lo mal que lo ha pasado en algún momento le hicieron feliz. Lo desconocido le abruma, tiene miedo,  aunque una parte de sí misma quiera seguir adelante, pero como el camino es desconocido se adentra en lo que fue y no en lo que será, sería algo así como es mejor lo malo conocido que lo bueno por conocer”
Había seguido las señales que le habían llevado hasta ese momento, hasta esa reflexión tan peculiar y a la vez tan espontánea.
Algo dentro de él cambió, lo suficiente para volver a coger aire y enfrentarse a lo que menos deseaba, volver por donde había venido, no sin antes dar unos cuantos gritos explicando todo esto al mundo inadvertido recordándose que en unos días volvería a acabar lo que un día empezó.

jueves, 25 de abril de 2013

Diario de...(No os aconstumbreis)

No me he levantado y ya veo que el día de hoy va a ir cuesta arriba, más de lo habitual.
Mi autoestima casi está por los suelos, me estoy empezando a comer la cabeza y sólo tengo ganas de no levantarme de la cama...
Me he acostumbrado a algo que echaba mucho de menos, y aunque ahora lo reciba de diferente manera, o no lo reciba, tengo que aprender a convivir con ello, con todo lo nuevo y no tan nuevo.
Hoy es un día de mierda, y sólo espero el momento en que llegue la tarde para que el trabajo me realice un poco...
37 días, 25 en otro...Que acabe todo ya...

viernes, 19 de abril de 2013

" La voz dormida"


Agarré su mano de la parte posterior, susurrándole con ternura que dejara de llorar, que pronto volvería María a estar con nosotros. Él, mientras gritaba su nombre desconsolado, necesitando que apareciese delante de sus ojos para calmar el lamento de niño pequeño,  le abracé.
Aproveché el momento para traerlo a mi regazo mientras con la otra mano le acariciaba partes del cuerpo para conseguir inducirle el sueño…
-          - ¡María, María! Siguió gritando un poco más suave, pero con las mismas ganas, tal vez incluso más que la vez anterior.
Como un ángel vino a su encuentro, no sin antes haberse cepillado el pelo un par de veces.
-         -  Ya estoy aquí pequeño, venga es hora de dormir.
Esas palabras me calmaron, no solo al niño que poco a poco consiguió quedarse dormido, sino sobretodo a mí mismo.
Me sentía vulnerable, y ella como una madre sin serlo nos dios ese toque de protección que ambos necesitábamos.
Quise gritar, no solo durante esa parte de la noche, si no también durante las horas anteriores, “La voz dormida” me dije, en un intento de buscarle un nombre a la situación, sabia que sería el remedio más eficaz, menos traumático  y con menos consecuencias.
Sin ganas y con la ficticia protección que un niño de dos años y medio podía ofrecerme le acompañé en su sueño, ambos en ese momento necesitábamos la compañía de alguien, y en nuestro caso, ninguna de las dos personas estaba disponible.