domingo, 1 de enero de 2012

A 15 metros de tu posición

Sabía que me dolería, ¿Pero tanto?
Al principio no, pensé que sería la parte más dura de la noche cuando con esa sonrisa despreocupada te acercarías y me mirarias como si no hubiese ocurrido nada y hubiese ocurrido todo. 
Con el vestido perfecto, que según tú tanto tiempo llevabas buscando... Pero pese a esa distancia que intenté mantener y que tan sabiamente supiste esquivar al abrazarme para felicitarme el año comprobé que lo que pensé que más me costaría sería, sin embargo, el resto de la velada.
Seamos sinceros, hace menos de una semana lo dije "Sería mi sueño pasar la nochevieja con ella" y curiosamente el sueño se ha cumplido ¿Pero a qué precio?
A alto precio, y siendo sincero podría haber llegado a uno superior... Puede que de las 5 horas que compartimos recinto, apenas 1 hora fue suficiente para acercarnos, cruzarnos miradas y compartir un lejano baile del que ninguno sabía la canción que sonaba. 
Una hora que podrían haber sido 8 como los meses, y que hubiese convertido una noche de fiesta en algo fuera de lo divertido.

Hubo varios momentos en la noche en los que fue el resto del mundo quien me salvo de caer en un error, a veces el error era irme a pensar el por qué de tantas cosas, el por qué el destino juega con unas cartas de las que no sabemos de su existencia. Otras por el contrario el mundo no lo podía parar, e iba a buscarte solo para mirarte una vez más, para sentir esa estúpida tranquilidad que me decía: "Está ahí"
Y finalmente caí, arremetí contra todo, seguí siendo yo, opte por cumplir una de mis palabras de las que tanto presumo, y eso que las oportunidades eran claras.
Decidí torturarme viendo una escena que pensé que acabaría diferente, por suerte no subió el precio.