domingo, 11 de agosto de 2013

Qué ganas tenía ¡DIOS!

Desgraciadamente lo tengo bastante claro, pese a la facilidad, problema primordial. Muy fácil todo... ¿Pero no es lo que he querido siempre?

La sencillez ayuda, y más a personas que no tienen tanto tiempo como el que desean para aprovechar en otras cosas, pero, sin embargo, tanta "ayuda" completamente involuntaria trastoca muchos de mis planes. 
Cada vez que hablo con algunas de mis ciento de amigas de mi entorno, todas concuerdan en que "exijo" demasiado, cosa por otra parte cierta. 
Luego también añaden que busco complejidad, novedad, y requisitos casi incompatibles, así pasa, que choco con las más extrañas, trastocadas y locas.
Sólo se salva una, y no es reciente, como dato.

¡Locas! ¡¡Todas locas!! A cada cual de diferente manera. Y todas un tanto hijas de puta, por no decir completamente. 

Me he ido del tema, disculpar. 
De una reflexión, nos hemos ido a despotricar sobre cierto tipos de mujeres. Pero en fin en el fondo es lo que me empieza apetecer así que...

Llorar todas, como hacéis en secreto porque vuestro actual novio es un hijo de puta, porque en vuestra casa tenéis miles de problemas y porque para vosotras la vida es una mierda. Llorar. Llorar por haber perdido con gilipolleces a alguien que os quería y os cuidaba.

Llorar putas, llorar. Que yo me reiré y agradeceré que estéis piradas, un peso menos para mí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario