viernes, 20 de junio de 2014

El envidioso

La envidia es el grito de los infelices. De los que no trabajan para conseguir sus metas y rechistan ante el progreso de los demás.
De los que desean mal y reciben mal simplemente por el hecho de desearlo.
De los avariciosos que piden sin dar nada a cambio, postrados en una silla a la espera que todo pase.
Los que levantan la cabeza por encima del hombro como si eso les diese un estatus superior y rechistan ante aquel que sin seguir su adoctrinamiento es feliz con su trabajo.
El envidioso no es humilde, porque el hecho de nombrarse como tal le quita semejante privilegio, le convierte en prepotente, con palabras mágicas intenta cautivar al resto, cayendo muchos en su trampa maldita y aumentando su estatus de superioridad.
El envidioso quiere lo mejor para él y lo peor para el resto y lo que consigue es todo lo contrario.
Como dijo Napoleón.
"La envidia es una declaración de inferioridad"