jueves, 23 de mayo de 2013

Mátame

- Mátame

En ese momento la muerte me miró con asombro, incredibilidad, dejadez... 
No quise pregunte más, en mi mente solo se repetía la misma frase una y otra vez, como un lejano eco que cobraba más fuerza según pasaba el tiempo ¿Lo harás?¿Lo harás?
Hay cuestiones que es mejor no preguntar, por ignorancia, por inocencia por lo que sea, pero no preguntes. Era una de esas situaciones, dolería más la propia respuesta que la misma afirmación.
Estaba muerto por dentro, ¿qué más me daba si iba a acabar conmigo para siempre sin que yo lo supiera con certeza?

-Mátame, no entiendo por qué quiero que lo hagas pero hazlo. 

Volvió a mirarme apartando la vista de mis pupilas endemoniadas por un blanco ángel, pidiendo algo que sabría que al igual que acabaría con esta tortura me diese la libertad para salir de aquél trance.
No hizo nada, impugne y sin escrúpulos giró la cabeza, cogió su empuñadura y retrocedió.
Quería, lo deseaba, pero no podía matar a un inocente, aunque el hecho de dejarle vivo fuese sin embargo la muerte más prematura.

miércoles, 22 de mayo de 2013

Detrás

Yo corrí, lo admito. Pero lo hice porque debía de huir del miedo, de aquel miedo de no ser correspondido.
Me di cuenta del error cuando tropecé, injustamente, con una piedra pasada, y caí.
Ahora huyes tú, sin entender muy bien el porqué, ¿Por miedo?¿Por inseguridad?¿Por dejadez? ¿Por interés? Y yo voy detrás, algo que no hago nunca, salvo esta vez. Siempre tiene que haber una primera vez... 
La gente que verdaderamente me conoce se extraña, no entiende absolutamente nada.
-Con lo que puedes conseguir-me dicen-¿Te merece la pena ir detrás?
Siempre respondo lo mismo, exactamente la misma frase...
                       "No lo sé"
Si lo supiera, no estaría en esta situación.
Batallo contra mi mismo, si dejar pasar todo, hacer un borrón y cuenta nueva, algo que nunca he hecho, el borrar toda huella marcada. ¿Tanto a penetrado dentro de mí en tan poquísimo tiempo? ¿Tanto como para borrarlo todo? Algo que ni con dos personas he hecho habiendo estado años... Y menos mal, porque una de ellas dos es la única que está consiguiendo animarme...
Todo esto me asusta, mucho.
Porque si en pocos meses estoy así, si en pocos meses he desprendido lágrimas por alguien que dudo de si las merece o no, pues hoy en mi cabeza lo más claro que tengo es que necesito solucionar las cosas, si en tan poco tiempo estoy así, perdido, no quiero saber como estaré más adelante.
Batallo nuevamente, esta vez entre el exterior, los comentarios y yo, y ambos coincidimos, en todo.
Aún así, los rechazo, la respuesta está en mí, y ellos no saben por qué en cierta medida voy detrás. 
La duda de si seguir o no me consume, y tal vez por ello, pondré el jueves como tope. No puedo ir contra el mundo, no puedo ir detrás de alguien que no quiere escuchar el susurro de un alma, de veras, no puedo.
Así, debo de empezar a quitarme luchas que me hagan dudar de mi mismo, porque aunque una parte de mí quiera y sepa además, lo que en un futuro sucederá, no puede permitirse lo que tantos años de lucha, sacrificio y disgustos le ha constado lograr.
Yo corrí y hoy te espero, pero no lo haré más. No volveré a nadar nuevamente para morirme en la orilla, una tercera vez, no.

martes, 21 de mayo de 2013

Estados inquisitivos

No sé si será el examen que me dará el pase a lo que llevo años queriendo hacer, todo lo que le engloba a él, los últimos acontecimientos y reapariciones de personas, las últimas tentaciones, el trabajo, el cansancio, o los problemas que engloban a ella... O un todo, un quiero pero no puedo, un venga un último sprint con constantes paradas, una carrera contra mi mismo, que no deja de causar cuanto menos despistes, desganas, desmotivació... Lo que se supone que tiene que ser el principio del fin, se está convirtiendo en el principio del principio del fin.
Cada día, y sin saber por qué las cosas se me complican un poco más, las piezas del enorme puzzle un día encajan, otro día no, al siguiente cuando todo vuelve a recobrar un sentido ocurre algo que lo invierte. 
Tal vez le dé demasiadas vueltas a las cosas, y sea lo que interiormente me esté destrozando. Tal vez debería de coger parar a pensar un solo instante y decirme "Quien quiera algo de mí, se molestará en pedírmelo" 
Pero en parte, si de quien busco algo, sea quien sea no lo hace, la decepción puede ser más grande, es más lo está siendo.
Seguramente a lo largo de esta semana solucione cosas, pero como no haya un gran cambio en mi estado, por mucha solución que le encuentre, seguirá la misma sensación.
Me estoy consumiendo, cada día como menos, tengo menos actividad y estoy inmerso en mí, como si yo fuese la solución a todo pero entre tachones y borradores.
Busco en mí la solución, y cambio bipolarmente de estado, como si eso mismo fuera a facilitar las cosas...
Me autoengaño, o mejor dicho me autoexijo demasiado. No dejo que las cosas fluyan, y creo que en parte es lo que me puede. 
¿Acaso no sería todo más fácil si la gente colaborase?¿Mostrase un poco de afecto? De decir, se lo está trabajando pese a los palos que se lleva, ¡recompensemosle!
Pero no, somo egoísmo puro, y ni la hoguera nos cambiaría de opinión.
Al fin y al cabo, la Inquisición no era tan mala, podrían quemarme y purificar mi alma así aunque el dolor me consumiese podría despotricar sobre todo el mundo sin consecuencia alguna. Sí, me llamarían loco, pero moriría en paz.

lunes, 20 de mayo de 2013

Lecciones

Hoy la vida me ha dado otra sabía lección, tan sabía como nostálgica, pero tan verdadera como simple.
Seguramente si no hubiese pasado lo ocurrido con ella, no hubiésemos mantenido esa conversación, seguramente no. Seguro. 
Y seguramente no hubiésemos movido un pasado tan feliz, porque aunque sí es cierto que fue duro por un lado, aunque por otro bastante increíble, hemos reído, mucho, recordando momentos en los que si bien es cierto que antes llorábamos hoy se nos escapaban carcajadas al recordarlo.
Las cosas pasan por algo, y parece mentira que pasen para reencontrarme con alguien que en cierta medida necesitaba.
La lección es simple: "Quien quiera hacerte feliz lo hará en cualquier circunstancia, pasen cuatro días o cuatro años, y serán esas personas las que deberás tener ese aprecio característico"
En cualquier circunstancia, ¿Quién diría que en este caso fuese el acabar con ello? Y sin embargo otras veces, teniéndolo más sencillo es ineficaz.
"Nunca te acostarás, sin saber una cosa más" seguramente nunca me acostaré sabiendo quien verdaderamente importa hasta que me lo muestren como hoy.

domingo, 19 de mayo de 2013

Alma (Parte I)

El alma a veces habla, lo sé. Lo sé porque últimamente hablo mucho con él, y este me explica de mil maneras las cosas que debo y no debo hacer, pararme un segundo y reflexionar.
Me he dado cuenta también, que cada suspiro es un acto de auto curación, de sellar heridas, tal vez por eso me salgan constantemente.
Últimamente busco todo dentro de mí, responiendo a preguntas que fuera no puedo encontrar, y en parte funciona, sólo en parte. El alma me habla, lo sé. Lo sé porque ahora cada pregunta que hago la realizo de manera fría, sin obstáculos, sabiendo que el que habla no soy yo, sino la parte más interna de mí, pregunta cosas que duelen, que te hacen sentirte en gran parte peor, pero de una forma astral, todo ha pasado a un segundo plano, y por ello se fortalece con cada respuesta, con cada suceso, con cada pregunta.
Impasible a la realidad, cogiendo al toro por los cuernos, y demostrando por qué está donde está.
No es él, es su alma quien actúa, es quien comienza a mover los hilos de su vida para solucionar lo que engloba a ella, porque ahora mismo es él mismo, su alma, quien encara al mundo mostrando por qué es tan odiado, admirado y respetado... Por qué está donde está.

sábado, 18 de mayo de 2013

Caminos.

Odio estar perdido, es una sensación como de debilidad, de extrañeza, de no saber que hacer, donde ir, cómo actuar...
Es una sensación de no tener ningún control sobre nada. Algo que detesto, y que casi siempre, me trae algún
que otro problema.

Hoy no es perdido directamente la palabra, es desorientado, porque aunque parezca una contradicción si estás perdido, no sabes donde estás, pero sí los caminos que puedes tomar para encontrarte.
Por el contrario, en mi caso estoy desorientado, tengo tantos caminos a mi alrededor que no sé cual escoger, cual elegir, cual andar. Todos marcan una dirección fija, pero cada uno un final diferente.
Unos cuesta arriba, otros pendiente abajo, con y sin obstáculos. Pero todos con un diferente fin.

En estos instantes, y pese a diversas conversaciones no sabría cual tomar.
Si bien es cierto que hay uno que no dejaría por nada de seguir, ese sentimiento se va difuminando, cuando ese "FeedBack" no existe... 

Esta noche, uno de esos caminos serán tomados, retomados o ignorados. Y pase lo que pase, no será seguro el camino correcto, seguro. Pero quedarme viendo como mi persona da vueltas sobre mí misma buscando algo casi inexistente, o por lo menos lo parece, es algo que no puedo hacer, aunque en el fondo me apetezca, lo desee y lo haga.


viernes, 10 de mayo de 2013

El mismo ser

Agarró sus dos manos con su mano derecha, le miró a sus ojos con miedo, mantuvo la compostura apenas unos segundos y bajó nuevamente la cabeza.
Con la mano sobrante abrazó los dedos de su acompañante, fijando esta vez la mirada en aquellas manos que mantenía entre las suyas.
Las acarició un poco, volvió a subir la mirada a su misma altura y con una voz temblorosa en busca de un respuesta convincente preguntó:

- ¿Verdaderamente es tan difícil?

La persona que tenía enfrente no se inmutó, seguía mirándole a los ojos pero con la mirada puesta en cualquier sitio menos allí.
Bajó nuevamente la cabeza, desilusionado por la respuesta silenciosa, y sin darse cuenta de ello, separó sus manos de quien le parecía ahora un extraño y las escondió bajo su regazo.
Él seguía sin moverse, buscando en la nada la respuesta que le habían formulado.
Pasaron unos minutos en silencio, pues donde se encontraban, un lugar oscuro y solitario no había cavidad para otros sonidos exteriores.

- Debes de hacer caso a lo que mayor felicidad te produzca. Soltó sin dejar de lado su postura.

-¡Genial! -Pensó la Razón- ahora encima tendré que hacerte caso a ti.

Esta vez volvió a bajar la cabeza negando la absurda respuesta del sabio, aunque en parte era algo lógico, no obstante, no buscaba ese tipo de respuesta.

- ¿Sí o no? - Volvió a preguntar- ¡No es tan complicado! Busco eso, un sí o un no. No quiero fachadas de color de rosas.

- Si verdaderamente es tan fácil, ¿Por qué no le buscas tú, Razón, una respuesta más razonable?

El muchacho comenzó a enfadarse, más aún de lo que ya estaba. Respiró, volvió a bajar la cabeza de impotencia y agarró su pelo con sus dos manos.

- No hay razón lógica...

El Corazón río, su postura sería, apática e insípida cambió derrepente a una más alegre, más confiada y más natural.
El muchacho se quedó perplejo, no entendía ese cambio brusco de humor, su problema era serio y él, por el contrario se reía. No entendía nada.

-Has de superar esa barrera -Comenzó el sabio- no todo tiene una lógica, una respuesta clara. Hay veces que tienes que dejarte guiar por mis enseñanzas.
Lo que quiero mostrarte es difícil, más complicado que un ejercicio lógico de filosofía o álgebra, eso se entrena, se entiende y una vez aprendido fluye solo.
Por eso, tú Razón, buscas lo que comprendes, las respuestas a los problemas, y no tienes en cuenta que detrás de cada respuesta se esconden cientos de teorías.

La Razón no entendía nada, ¿Era posible encontrar respuestas ilógicas? ¿Qué sentido tenía aquello?

- Párate a pensar un momento... Razona lo siguiente y cuando algo no te encaje pregúntame.

El muchacho, la Razón, iba a interrumpir pero el Corazón prosiguió.

- Toma estas dos cartas, yo tendré en mi mano estas dos. -Ninguno enseñan sus cartas y comienzan lo que parece una partida de poker - Si tuvieras que apostar con esas dos cartas, ¿Lo harías?

La Razón mira su mano y ven un siete de picas y un nueve de trébol.

- No es una mano muy buena la verdad. Respondió de manera indiferente.

- Pero algo dentro de ti quiere jugarla.

La Razón comienza a entender algo, pero se mantiene al margen.
Apuestan y salen las tres primeras cartas:
Un As de corazones, un seis de picas y un Rey de trébol.
El Corazón mira sus cartas y apuesta fuertemente.
La Razón tambalea, ¿Cómo va a seguir con esa mano? "Algo dentro de ti quiere jugarla"
Coge aire, mira al frente e iguala la apuesta.
Cuarta carta, un 10 de rombos.
El sabio vuelve a apostar fuerte, tres veces más que al principio.
La Razón duda, una y otra vez, sólo le valen los ochos para una escalera, hay cuatro ochos en una baraja de 52 naipes, ¿Cómo va a arriesgarse a eso? ¿ y si su acompañante tuviese un ocho? Sólo quedarían tres, tres de cincuenta y dos.
Dudó mil y una vez, lo tiene decidido, no es lógico, no es razonable, se va a tirar de la partida.
No tiene nada que pueda salvarle, ni tan siquiera una simple pareja.
"Algo dentro de ti quiere jugarlo"
Pero la Razón por más que piensa en esa frase no puede perder más dinero del que ya ha perdido, no tiene ninguna oportunidad.

- Me retiro. Dice finalmente.

El Corazón vuelve a sonreír, contento por su victoria. Cuando este va a recoger su recompensa y las cartas esparcidas por la mesa, la Razón le interrumpe.

- ¡Espera! ¿Qué carta hubiese salido?

El Corazón tambalea, mira el mazo que tiene entre sus manos, coge la primera
carta y... La mete entre el resto de naipes.

- ¡Pero qué haces! ¿Por qué no lo enseñas? ¿Hice bien, no? ¡No tenía oportunidad, jugué y me rendí cuando supe que no tenía opción!

- Pero sin embargo querías saber que carta iba a salir. No estabas seguro, si lo hubieses estado, ¿Para qué preguntar?
Esa sensación de poder perderlo todo y aún así seguir adelante es el corazón, mi respuesta. ¿Qué hubiese pasado si sale ese ocho - ¿Cómo sabía que me faltaba esa carta? Duda la Razón de ello. - Que te hubieses ilusionado, y con incredibilidad hubieses aceptado tal victoria.
Pero si por el contrario no hubiese salido la carta esperada, aún habiendo apostado y teniendo la certeza de perderlo todo hubieses creído que siempre tienes razón, y que lo lógico está por encima de todo.
Pero hay cosas inexplicables, que el corazón, oseáse yo, puedo mostrarte y que son ante todo ilógicas.
Es muy sencillo, guíate por el corazón pisando la senda de la razón, persígueme a mí, pero serás tú quien me aconseje que camino tomar.

La Razón incrédulo miró la carta que sobresalía, la que el sabio había guardado.
La cogió y vio ante su sorpresa que era una carta en blanco.

-Hay veces que ni la carta que necesitamos nos hace felices del todo, porque antes de esa carta hay cuatro más, cada cual nos ha dado una alegría o una desilusión, y tiene que ser la última la que nos muestre que el resto de cartas, el pasado, ya no tiene solución, la última es en la que tenemos que pensar para ganar o para perder. ¿Acaso vas a seguir lamentándote por el pasado?¿Por seguir en él? ¿En la que salió y no lo hizo?
Eso ya no es corazón o razón, es ilusión, y por desgracia es el corazón quien engaña a la razón para que esto ocurra.
Y es ahí, en ese momento cuando tú debes de aparecer.

martes, 7 de mayo de 2013

Qué maravilloso es el mundo, a veces.



Por fin he roto a llorar, después de mantener esta angustia, esta opresión que desde hace semanas llevo encima, vuelvo a respirar. No de la mejor forma, pero sí la más efectiva.
Suena una de las cincuenta y siete canciones de su lista de Spotify, concretamente “Blanco y Negro” una canción que nunca me ha gustado, hasta hoy.

La escucho repetidas veces, como si fuese la solución al problema, como el alcohol que a pesar de saber que nos daña lo seguimos tomando sin control, salvo que esta termina aliviando de manera insana y no produce los diferentes síntomas físicos. Pero independientemente de ello me afecta de la misma manera.  
En parte echaba de menos esta sensación de soledad, de apartarme del mundo y despreocuparme de todo, de buscar una simple sonrisa en el momento más absurdo, una mueca de mí mismo que me diga, “Todo está bien” aunque en el fondo de mi alma se batalle por lo correcto o lo incorrecto, mis sentimientos se entremezclen en un bucle descontrolado y mi razón luche con el corazón.
Hoy no sé qué ha podido más, si la razón o el corazón, de verás no lo sé… Si lo supiera ¿Estaría en esta situación ahora?

He de admitir que he pensado en mí, es cierto, pero el dolor que tuve hace años no lo quería volver a repetir, fue tan perjudicial…
He de admitir que la quiero, pese a la decisión tomada, pero posiblemente me haya preocupado más de lo debido en temas sin sentido… ¿Cómo controlar tus pensamientos cuando amas en tan poco tiempo a alguien? La respuesta es simple, con gestos.

Sigue sonando la canción, ya sin ningún sentido para mis oídos, pues la única parte que me alivia de verás, es la que necesito personalmente. Cojo un libro, ese libro que resuelve todas mis dudas en temas de amor, y busco una de sus frases, una que me de identifique pero no encuentro ninguna.
Me vuelvo a derrumbar, esta vez repasando cada momento, cada ticket guardado en mi corcho, todos formando una breve pero intensa historia y como no su carta, que sobresale de la estantería recordando a lo que noche tras noche me agarré.

Pero hoy, no vale nada de eso... Ni recuerdos, ni terapias, ni objetos, ni pulseras... Tampoco soluciones, hoy no vale nada... Tal dejar de pensar en todo y en nada.

INDF

Amaba su sonrisa por encima de todas las cosas, cuando la tenía.
El resto daba igual, no tenía la más mínima importancia, ¿o sí?
Dependía de su reacción, como un muñeco de trapo, y se dio cuenta de ello.
Mantuvo todo dentro, como una bomba con cuenta atrás, empezado por indiferencia.
Dudó, y volvió a dudar.
Y se lo planteó.
Amaba su sonrisa por encima de todas las cosas, cuando él era el que la tenía.

sábado, 4 de mayo de 2013

La amante más fiel

Maltrataba su vida mientras aquella música sonaba por las esquinas, sabía que lo que hacia no era lo correcto, ¿pero qué era lo correcto en ese momento?
Siguió las señales, aunque esta vez no cayó en su trampa pese a la facilidad que le proclamaba su introducción.
Recordó varias cosas, si bien es cierto que su cabeza batían ideas ¿impropias? de él, recordando aquel verano, aquel desfase de sentimientos, preocupaciones y sobretodo experiencias.
Sonó no su canción favorita, pero si de su artista favorito, río, por un momento sintió que la vida tenía sentido sin nadie, pero fueron apenas unos minutos pues por un momento recordó que cadenas le ataban sin candados.
Esta vez, una mueca salió de sus entrañas, pues aunque sabía que no era ella, algo dentro de él no acompañaba esa teoría. Si aguantaba era porque una parte de él sabía que sí, la defensiva e impetuosa sabía que no, pero él siguió su camino, como siempre hace, confiaba en él y eso nadie se lo iba a quitar, ni siquiera la propia suerte quien pese a todo era su amante más fiel.