domingo, 19 de junio de 2011

Tres tristes...¿Javis?

Voy a escribir uno de los textos mas completos que he escrito hasta ahora. Una sinceracion de todo lo que corre por mi cerebro y por mi cuerpo, por mis miedos y mis "ganas" por todas y cada una de las opiniones que tengo dentro de un ámbito en concreto.
Este texto es de mí para mí, no anunciado en ningún otro lugar, y escrito para conocerme (y que me conozcáis) un poquito más.

Son las 22:00 del Sábado 18 de junio de 2011 hora y día donde comienzo con este manuscrito electrónico.
Para empezar tengo que preguntarme ¿Por qué este texto? ¿Por qué ahora y no antes?
Posiblemente opté por haberlo escrito porque ya no puedo más, porque por mi cabeza todos los días resurgen sentimientos imposibles de contener y porque necesito conocerme un poco más, limpiar este desajuste que tengo ahora y del cual ahora tengo tiempo para ello.
El tema es el de siempre, con la misma persona de siempre y con la misma persona de ahora.
Para los que no me conozcan deben saber que soy una de las personas más complejas que existen, pese a que yo opine todo lo contrario.
Sé lo que quiero, pero nunca lo digo...podríamos decir que la educación que he recibido a penetrado tanto en mí que muchas veces opto en callar y aguantar que en decir "Oye mira, esto no me gusta que se haga así" (Recuerdo que es en un ámbito concreto)
Y pese a que por dentro pueda ceder, quemarme e incluso matarme, aguanto, razón por la cual termine a lo largo del día desquiciado por dentro.
Por otra parte mi naturaleza (y ya he escrito sobre ello) tiende a la posesión de las personas. Celos dicho coloquialmente.
Esto no implica que vaya como otros apaleándose cuando alguien mira a mi pareja, habla con mis amigos o interaccionan con mi familia, no. Pero por ejemplo en la primera sí es cierto que me pongo muy a la defensiva, hay veces que llego a convertirme en un autentico vigilante: estático, observando cada mínimo detalle que sucede a mi alrededor, pensando en las posibles ideas, opiniones e intenciones de quien pasa a cualquier distancia... Un agotamiento constante que mentalmente va acabando conmigo.
¿Esto es debido a una falta de autoestima?
En un principio no, aunque sí es cierto que cuando estoy con alguien todo ese autoestima que me caracteriza y por el que mucha gente me envidia, en este caso desaparece lentamente, no pregunten por qué, posiblemente sea por los estereotipos y su semejanza, o por "querer" parecerme a alguien por algún comentario de la persona...
Pero excluyendo todo esto me decanto por lo que los economistas denominan " El coste de oportunidad"
Para los que no hayan estudiado economía les explico. Si yo tengo 10€ y el cine me cuesta 10€ y jugar a los bolos me cuesta otros 10€ obviamente tengo que elegir. Elija cual elija (supongamos que elijo cine) el coste de oportunidad son los bolos.
Digamos que es aquello que tengo que sacrificar entre varias opciones. Es decir, elegir entre hacer X.
Explicado esto, creo que pueden hacerse una pequeña idea.
Cuando estás con alguien siempre tienes que sacrificar ciertas cosillas, dejar de lado diferentes planes, gastar tiempo, dinero, y relaciones con otras personas. Es un sacrificio que haces porque quieres a alguien y que haces para estar con esa persona.
En mi caso, en el que el trabajo y los estudios me desbordan, el estar con alguien me supone un esfuerzo mayor, y pese a que me encante, no implica que no me priva de estar haciendo otras cosas, por ejemplo el quedar con mis amigos con quienes apenas salgo los fin de semana y quienes "se cabrean" porque no paso tiempo con ellos cuando puedo. ¡Normal si estoy destrozado!
Por todo esto y volviendo al tema del que nos hemos desviado mi posesión en parte es debida a mi dedicación, todo lo que hago lo realizo con ganas y empeño y odio que esto no se considere, lo dejo claro, siempre lo he dicho y no dejaré de decirlo ahora.
Por otro lado soy muy...¿Cómo decirlo? ¿Pensador?¿Analizador tal vez?¿"Rayante" dicho de manera vulgar? Le doy mil y una vueltas a todo, desde lo más insignificante al mayor problema al que uno se pueda enfrentar.
En este sentido soy así siempre, en cada uno de mis ámbitos, y aunque es un tanto desesperante los resultados siempre suelen ser favorables, otras por el contrario ni tan siquiera llegan y atormentan y atormentan y.... ¿Merece la penas días y días de análisis quemado por dentro para encontrar, si se hace, una respuesta a casi todo? Aún intento responderme yo solo a esto...
Se acerca algo que viene dado un poco por el tiempo y la experiencia, de ex que han pasado por mi vida enseñándome todo tipo de cosas y de las cuales uno aprende de cada una de ellas.
Con esto mi personalidad se modificó con quien fue "la ultima" y lo escribo entrecomillado porque fue a la última que quise verdaderamente, nada de actuaciones, nada de lo que uno pueda arrepentirse...¿O sí? Ahora que me sincero conmigo mismo tengo mis dudas al respecto, echo la vista atrás y... digamos que comienzo a deprimirme, toca la parte más sensible de mí... No llego a entender por qué, puede que sea, y es, porque el vivir algo que te ha echo feliz durante un largo tiempo al desaparecer esa felicidad desaparece con ella.
Luego pienso y digo...¿Verdaderamente merece la pena? Pero esto es algo que no contesta mi cabeza.
Sí, me han enseñado muchas cosas, y pese a las buenas, y más buenas aún la que me perdura de una manera tan superficial son dos: Defensa y desconfianza.
Puedo decir que van de la mano, pues de la defensa de la que hablo viene destinada por la desconfianza que tengo hacia cualquier chica.
También he hablado de ello... Una coraza que te protege de todo aquello que pueda evitar herirte como te hirieron aquella vez y que intenta protegerse de algo inevitable.
Algo que siempre he pensado ha sido:"La confianza es el primer paso para que te maten por dentro" Cuanto más confías en alguien más duelen los actos que puedan afectarte...
Por último y para terminar uno de los mayores problemas que presento es el  intento de buscar la perfección, nunca salgo con nadie que no tenga unas mínimas características entre las cuales destacan varias que no mencionaré, pero si una de esas no se cumple o lo hace de manera muy sensible...adiós.
Puede que sea un estupidez el pensar así, y seguramente lo sea....Pero como bien escibí en su tiempo: "no quieran ser perfecto pues el mundo se enriquece ante todo con sus imperfecciones " Aunque claro con esta frase...¿Se entiende los complicado que puedo llegar a ser?

viernes, 17 de junio de 2011

Un indicio de lo más corriente (1º Parte)


Llevo varios días sin dormir. Y lo poco que he conseguido que se asemeje a esto no ha servido ni mucho menos para descansar lo más mínimo.
En apenas siete días he querido recuperar todo lo que no he hecho en meses, y para el poco tiempo empleado los resultados no han sido tan malos como lo esperado.
Tengo sueño,  un sueño que empuja mis párpados lentamente, los cierra, los habre… De hecho yo ahora tendía que estar dormido, y sin motivo alguno me encuentro delante del ordenador, escribiendo algo desde el más dulce duermevela  de alguien que permanece o parece una persona despierta.
En este estado y con cierto control sobre mis recuerdos, estoy indagando que me ha llamado la atención, una bobada, una tontería, un simple recuerdo entre muchos y que sin embargo me pregunta desde el más mínimo detalle.
Me encontraba en la biblioteca, llevaba allí más de dos horas leyendo un libro de la primera guerra mundial, algo aburrido pero que me era necesario para aprobar una de tantas asignaturas que todos poseemos.
Mantenía el libro entre mis dedos, cabeza recta, mirada fija y cuerpo inmóvil. Apenas respiraba,  todo lo que a mi alrededor sucedía pasaba como segundos en cualquier reloj, desapercibido.
Me encontraba sumamente concentrado, intentando seguir el denso argumento de la obra, que unido a la traducción al alemán de algunos fragmentos era fácilmente perderse entre las más de cuatrocientas  páginas que poseía.
En una de mis muñecas tenía dos pulseras, ambas regaladas. Dos pulseras que nunca me quitaba por nada, exceptuando para ir a entrenar y a veces ni tan si quiera.
Seguí leyendo, esta vez más pausadamente… Pasaba el tiempo, y a medida que lo hacía me sentía más inquieto.  ¿Sería por el cansancio acumulado? No le di importancia… Siguió pasando el tiempo y las pulseras cada vez me apretaban más y más, no dejaban de moverse de arriba abajo. Mínimo movimiento. Una posición. Otro movimiento. Otra posición.
Cansado y desconcentrado por la absurdez del suceso me las quité…
Al principio no le di importancia. Quitarse una pulsera porque te es incómoda ¿Qué misterio tiene?
No sé si en aquel momento me encontraba también en un estado de somnolencia y por eso le di tanta importancia, pero fuera lo que fuese no se iba a quedar en un estúpido recuerdo.

lunes, 13 de junio de 2011

Un reencuentro de personalidad.

Pasan los días, y a medida que uno va rompiendo esa coraza, ese escudo, el estado de "celosía" va aumentando de manera parcialmente peligrosa.
Ya no sirve el "Tú sabrás" porque se sabe, o por lo menos se entiende, que aunque sea una frase para indagar en la conciencia de cierta persona, en realidad es una frase para limpiar la tuya propia.
Siguen pasando los días, esta vez algo más lentos, pues las horas en vez de encaminarse hacia su crecimiento, permanecen estáticas, mirando como poco a poco todo va volviendo a una normalidad inmoral, algo que permanece en mi naturaleza y que de manera casi "imperceptible" ha ido aflorando desde el comienzo.
Parece mentira, pero no se puede cambiar algo que se te mete en tus entrañas devorándote por dentro...es imposible, ya lo he intentado. Ese sentimiento de posesión con todas las dudas, las preguntas, las cuestiones relacionadas con el autoestima... no dejan de surgir, a cada cual más penetrante, más retorcida, más humillante.
Todo es un bucle que resurge de un recuerdo, de un miedo que de manera invisible se acerca cada día más y que pese a todo sigue adelante, sigue con un sonido que no deja de repetirse "No más de tres, no más de tres"
Levantarse y buscar una solución a algo que no tiene. Comenzar y terminar en el mismo lugar pero de diferente forma, saber que en menos de tres meses todo habrá terminado.