martes, 1 de febrero de 2011

Punto y aparte.

Tengo que reconocer que ahora mismo me encuentro perdido y desorientado. El suceso de esta mañana y la equivocación más absurda, ha sido el motivo por el cual he suspendido.
No he aprovechado la oportunidad, no he sabido exprimir la grandísima suerte que he tenido, si no por el contrario me atrevería a decir que he abusado de ella.
Mientras meditaba todo esto, y mientras mis sueños me daban otra perspectiva de lo ocurrido, avisándome y consolándome al mismo tiempo, he adquirido la sensación de saber que los dos primeros días de mes las cosas se tuercen, y por casual que parezca, adquiero una confianza que seguramente no sea la adecuada.
A si que hoy, donde mis ganas, no de vivir- pues es absurdo por algo así- pero sí de vaguedad y donde mis lágrimas no han caído, pues juré que no lo harían, me siento en la tremenda duda de contactar con la única persona que posiblemente me haría esbozar una breve sonrisa. Y como yo, vivo de reír, temo que hoy la llamaré.

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