¿Y ahora qué?

Puede que dormir en este mísero instante sea la clave perfecta para pasar página, puede incluso que el tirarse desde un precipicio sea la solución más dramática en este corto periodo de tiempo. Puede que incluso beberse una botella de ron blanco con tequila y Lima sea la manera más infantil de sobrellevar este extraño día... Sea como sea el motivo aquí sigo, esperando a que llegue ese momento, esa milésima de segundo que me aclare el camino que debo de seguir, que me aclare el motivo por el cual después de marcarse una series de pautas, de condiciones todo de va al traste por una persona, esa persona... Pero en fin. ¿Cuál es la mejor manera de seguir adelante? Tal vez sea el irte a correr durante horas para que el cuerpo agitado termine, como he mencionado anteriormente, sumergido en aquellos sueños de niño pequeño, donde, curiosamente ya me he encontrado en otras situaciones y donde curiosamente esta noche he estado, besándote de una dulce manera, besándote como nadie lo hizo hasta hoy. Estoy tan seguro de ello que incluso te escribo esto ahora... Buenas noches.