domingo, 3 de agosto de 2014

Regalos pasados, presentes perdidos.

Apareciste en el mejor momento. Cuando no te esperaba, cuando ni si quiera contaba contigo. 
Sin embargo tú desapareciste, la ilusión no se perdió y te sustituyó quién se había marchado para siempre.
No fue así... Y en parte me desilusionó perder de vista tu cabello, tus expresiones, tu persona.
Pero la vida es justa, no siempre, pero cuando lo es muestra toda su grandeza para mostrar el poder que tiene. Y me recompensó con quién está por encima de nadie, por encima de todos.
El día de mi cumpleaños, como regalo, como presente...

Ahora desapareces, sin ganas, sin buscarte, sabiendo que será la otra persona con quién con la misma rosa rozará el mismo alma.

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